Hoy miro extranjero mi pasado, más allá de
Mis símbolos, veo que estuve errado, alejado de mí.
Fui sólo un engranaje entre ellos, nada a mi alma.
Ahora volveré a nacer, volveré a crecer.
Soy un esclavo de la realidad,
¿De qué lugar vengo? no lo sé
Y que más da a cual llegaré
Soy solamente un esclavo de la realidad.
Abandono futuros, ambiciones y sentimientos
No significan nada para mí, después de todo, nada.
No tengo miedo de aventurarme a mi fin
Es mejor vivir de mis sueños, que tu realidad seguir.
La realidad golpea a nuestro castillo sin preambulos, y nos devuelve a este mundo de horrores. Nos abate cual ave en pleno vuelo, pero no es la bala la que nos hiere sino el golpe contra la superficie, esa fría superficie de la cual deseabamos escapar. Y nos vemos envueltos, y consumidos, por el angustiante ritmo de vida que nos acecha. Vemos en cada luz una amenza, pues a la luz están aquellos que nos abatieron, los que se dicen normales y nos dictan nuestros patrones de conducta, pero aún sin poder volar, permanecemos en las sombras anhelantes a aquel tiempo remoto... acechamos desde la oscuridad, nuestra aliada, esperando el momento de salir... de tomar nuestro lugar... volver a ser lo que fuimos antaño.
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