Elvenking - The divided heart

septiembre 13, 2007

Voz última: Dama Blanca


Había estado lejos de Suna demasiado tiempo, y a menudo se preguntaba cómo irían las cosas en su tierra natal. El mundo real le parecía cada vez más pragmático y estaba seguro de que no podría soportarlo por mucho tiempo más. Decidió volver. Decidió regresar a Suna y aceptar que se había equivocado al dejar su mundo. Que se había equivocado al abandonar sus sueños, al dejar las fantasías, las místicas bestias, la magia y todo lo que Suna ofrece a una mente como la de él por un rayo de luna, por el atisbo de un amor que nunca fue, por dolor. Volvería a Suna, a su antiguo refugio para no salir jamás. Preparó todo, que al fin y al cabo no era mucho. Desactivó el artefacto que era su torre, conjuró el viaje entre planos y se adentró en el vórtice junto con Orión dejando tras de sí lo vivido en este mundo, al que llamaban realidad. Lo dejo todo, pues no quería que el ayer lo atormentara nuevamente.
-*** Es pasado, y por eso muerto está *** - habló la voz interior, el Reykiavik. - El ayer se terminó, el futuro empieza hoy… - y por primera vez coincidió con aquella insidiosa personalidad que llevaba dentro.

Algo era diferente al llegar a Suna, la visión del castillo de Radbug le desconcertó. Todo era ruinas. Los torreones, si no estaban caídos, eran tomados por las enredaderas que trepaban hacía el cielo por sus murallas. La mitad del castillo se hallaba en el suelo y en la otra mitad la luz de las estrellas se reflejaba en el enlosado del piso pues el techo de las salas había desaparecido. Se adentró, la capilla que levantará Alma en honor a su dios, Wodán, tampoco había resistido los rigores del tiempo… o quizá… Por medio de su Arte, el mago se fue enterando por visiones de lo que había sucedido: la Realidad había invadido Suna y destruido la mayoría de sus Pilares, los sueños se habían roto. Radbug, supo, había partido junto con la mayoría de los Heraldos hacía el Elgard, al norte de Suna, donde resistirían junto con otros sunitas el avance de la Realidad. Junto al castillo aun se erigía su torre, no la pequeña que llevara consigo en su excursión por Realidad, sino que aquel inmenso bastión de magia levantado por él y Thea, su contrapartida mágica. Lentamente se acerco, con el peso de ver todo su mundo destruido por aquellos que no se atreven a soñar, sintió que todo cambiaba y ya nada sería igual. La puerta estaba sellada. Conocía las protecciones de la torre por lo que no le fue difícil abrirla. Al entrar algo lo desconcertó. Todo estaba tal cual como quedara cuando dejo Suna, salvo pequeños detalles cambiados, suponía, por Thea o Asenath. Recorrió la torre, estaba desierta… nadie que le explicara lo que sucedía. Resignación. Ya no había para que luchar, ya no habría batallas que ganar. No había luz ya en Suna, la oscuridad caía sobre ella inexorablemente. Se quedo. Esperaría en la torre, pues ya no tenía fuerzas para reconstituir todo lo que había perdido. Estaba cansado de vagar en pos de ilusiones inútiles que nada le dejaban (por eso, - se dijo – elegí la nigromancia y no la ilusión. – refiriéndose a su escuela de magia).

Esperaría en la torre a aquella de la que se había burlado tanto tiempo, a aquella con quien, como nigromante, había jugado a burlar miles de veces, se había reído en su rostro. Ahora la deseaba, que llegara pronto pues ya no quedaba nada… Y allí, en la oscuridad creciente de su último refugio en Suna, Rethzel esperó la llegada de la Muerte.

La Voz Interior
(Octubre 2005-Enero 2007)
Rethzel Ragnar
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Fragmentos escritos entre el 2005 y principios del 2007, al comienzo sin intención aparente, para luego terminar en esto. Y así termina la historia de un mago, con una muerte en su refugio, aquel del que se cuestionó siempre si realmente debió de haber salido. Su vida estaba en las nieblas, no en la realidad y eso fue lo que lo mató. La torre aún continúa allí, pero no se sabe como ha cambiado Suna, puesto que al igual que el Avalon de Marion Zimmler, Suna se desvanece en las nieblas alejandose de este mundo cada vez más.
Los que alcanzaron a conocer a este mago, al menos sabrán que llevó la lucha más allá de lo que se hubiera imaginado, y pago su precio.

Rethzel ha muerto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿muerto??????..no me digas y yo soy peter pan ..jijijij
mi querido te tengo una mala noticia o quizas buena que s eyo ..eres inmortal..ijii
te quiero kaleta cuidate y escribeme..
cariños..
:p41+0